Historias de los Tres Nefitas en la actualidad (ACTUALIZADO)



por William A. Wilson
Traducción Libre: Luis E. Juarez Hurtado


Las historias SUD acerca de los tres nefitas son algunas de las leyendas más asombrosas de los ciclos religiosos en los Estados Unidos. Teniendo ciertas semejanzas con las historias del profeta Elías en la tradición judía o la de los santos en la tradición católica, las historias de los tres nefitas son la versión distintivamente de la Iglesia de Jesucristo, de esta tradición religiosa. 

Parte de un gran grupo de narrativa tradicional SUD (véase Folclore), estas historias no son doctrina oficial y no están publicadas en la literatura oficial. Están basadas en la historia del Libro de Mormón que cuenta del don que les dio Cristo a tres discípulos Nefitas, durante su visita al Nuevo Mundo después de su muerte y resurrección, de obtener el mismo deseo que ya había concedido a Juan el Amado, de “quedarse en la carne” para seguir llevando almas a él hasta su segunda venida (Juan 21:22; 3 Ne. 28:4-9). 
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El registro del Libro de Mormón dice: “Y [los tres nefitas] son como los ángeles de Dios…., y pueden manifestarse a cualquier hombre que les parezca conveniente. Por tanto, ellos efectuarán obras grandes y maravillosas, antes del día grande y futuro,”(3 Ne. 28:30-31; véase también el Libro de Mormón: Tercer Nefi).

Así como la recién fundada Iglesia creció en número, un creciente número de historias comenzaron a circular entre los miembros, las que hablaban acerca de amables hombres de edad, de quienes usualmente se pensaba que eran estos antiguos discípulos Nefitas, los cuales se habían aparecido a las personas que estaban en peligro físico o espiritual y les ayudaban a resolver sus problemas, luego de lo cual desaparecían de repente.

Ya que estas abarcan un siglo y medio de historia LDS, estas narrativas reflejan la evolución de los entornos físico y social en la que los Santos de los Últimos Días han tenido sus pruebas de fe. Por ejemplo, en un estilo de vida o sociedad agrario anterior a la Segunda Guerra Mundial, las historias acerca de los Nefitas hablaban de que estos guiando a los pioneros a pozos de agua, salvando a un ganadero de una tormenta de nieve, ofreciendo remedios naturales para las enfermedades, arando el terreno de un campesino para que el pudiera cumplir con sus deberes en la iglesia, o entregando alimentos a los misioneros hambrientos. 

En el mundo contemporáneo, las historias hablan de los nefitas dando ayuda milagrosa a genealogistas SUD en difíciles búsquedas de antepasados, sacando a un joven de un lago después de un accidente de canoa y dándole respiración artificial, arreglando el horno a una viuda, guiando a automovilistas perdidos en una tormenta de nieve, dando aliento a una mujer que había perdido a su marido e hija en un accidente aéreo, y sacando a los misioneros del fuego en un accidente en la autopista.

A pesar de como se han ajustado las nuevas historias desde los originales pueblos pioneros con caminos rurales a nuestro tiempo de civilización urbana con ruidosas carreteras, algunas circunstancias se han mantenido constantes. En las historias, los tres nefitas continúan bendiciendo a las personas y, al contar estas historias, los santos de los últimos días testifican de la validez de las enseñanzas de la Iglesia y alientan a la obediencia a las mismas. Las historias siguen proveyendo a los fieles un sentido de seguridad en un mundo inseguro, persuadiéndolos a que como Dios ayudó a los honrados pioneros a vencer un mundo físico hostil, también va ayudar a los fieles a soportar los males de la sociedad urbana. 

Entonces, tomando en conjunto, las historias siguen proporcionando entendimiento en los corazones y mentes de los Santos de los Últimos días acerca de las creencias que los mueven a la acción.

En un artículo de Chris Iraheta, este detalla sobre una gran historia de hace algunos siglos:

Leyendo un extracto del libro Los Secretos Precolombinos, escrito bajo arduas investigaciones por el historiador Colombiano Harold Santacruz Moncayo, quien ha hecho investigaciones sobre todo el contexto precolombino y algunos de la conquista, se puede retomar un par de párrafos que citan así:

“Un día alrededor del 3 de junio de 1494, durante su segundo viaje al Nuevo mundo, Cristóbal Colón ancló fuera de las orillas de Cuba; Envió una expedición a la orilla para obtener un poco de agua fresca y madera. Entre aquellos enviados a tierra bajó un arquero, que se separó de la comitiva y entró en los bosques con su ballesta a cazar. Él no había caminado mucho tiempo cuando se devolvió apresuradamente y fue donde los del grupo con este informe: “Declaró que él no había avanzado muy lejos, cuando observó de repente que era espiado a través de un claro del bosque, era un hombre vestido de blanco hasta los tobillos, tan blancos y largos como un fraile del orden de Santo María de la Misericordia, que al principio él lo tomó como si se tratase del capellán del Almirante, pero otros dos le seguían, con túnicas blancas que alcanzan a sus tobillos; los tres eran de cutis como los europeos. Detrás de éstos aparecieron muchos más al número de treinta, armados con flechas y lanzas. Ellos no hicieron ninguna señal de hostilidad, pero permanecían callados, el hombre de traje blanco largo, tomó la delantera para hablarme a mí; pero Yo estaba tan asustado de ver el número de acompañantes que huí para buscar la ayuda de mis compañeros al instante. Más tarde reconoció que se acobardo de ver a los nativos armados y que con sus compañeros no tuvieron el coraje de enfrentarlos y salieron despavoridos hacia las naves ancladas en el mar. (Irving 196)

Hay dos alternativas: O el hombre puede haber estado engañando a Colón; o que él había visto una bandada de grullas en lugar de lo que imaginó. Colón tenía razón para dudar de la exactitud de la información del arquero; por lo tanto sugería espiarlos desde las naves, pero los catalejos no permitían identificarlos desde a bordo “Por eso al día siguiente se programo que todos fueran a tierra, con Órdenes para penetrar al interior si es necesario hasta cuarenta millas” para verificar esta historia.59 (Irving 197)

Incluso una tercera expedición se envió al tercer día a tierra, en la demanda de estos nativos y sus tres líderes blancos vestidos de blanco. Este acontecimiento se convirtió en un problema, todos opinaban sobre la credibilidad del arquero y despertó la curiosidad del Almirante.

Aunque las comitivas volvieron sin una evidencia, no se menciona nada al hombre de la ballesta que más tarde retracta su historia. Tanto así, que crea dudas en el Almirante y de ahí en adelante se pide que ninguna acción sea comunicada sin un segundo testimonio. En dos semanas, Colón ya sabía comunicarse con un nativo, de quien supo: que a diez leguas al oeste había algunos nativos entre ciertas montañas que él vio de lejos, que había un rey, tan poderoso que su reinado abarcaba muchos pueblos; Que él llevaba un vestido blanco que llegaba a tierra; que se le llamó un santo; que sus enseñanzas fueron obedecidas siempre, aunque comunicaba sus órdenes y sus asuntos mediante símbolos visuales,( Irving 200)”.

Si ahondamos en la historia de diferentes escritores contemporáneos se pueden encontrar varios relatos sobre estos 3 personajes que esta expedición vio. El libro no hace mención sobre quienes eran estos 3 hombres blancos con vestidos blancos, ni tampoco hace referencia a sobre si les volvieron a ver, sin embargo los Santos de los Últimos Días conocemos que se dio un poder especial y una misión específica a 3 hombres durante la visita de Jesucristo a América, y que hoy en día esa misión se sigue cumpliendo y así como aquel que pidió en Jerusalén vivir hasta la segunda venida del redentor, dicha fue la petición y misión de estos hombres que han de encargarse de preparar la senda para el día en que del cielo baje Jesucristo totalmente recubierto de gloria y bajo un coro celestial de ángeles con trompetas anunciando su segunda venida.

Segunda venida de la cual nuestros antepasados indígenas conocían y sabían a la perfección que debe ocurrir y debido a esto es que cuando las primeras expediciones arribaron a tierras americanas, los indios les confundieron con esos seres celestiales que según sus antepasados han de venir a la tierra, así como un día el Hijo de Dios descendió de los cielos y les ministró, estableciendo su iglesia, llamando apóstoles y ordenando al Santo Sacerdocio Según el Hijo de Dios a lideres para guiar al pueblo de este lado del mundo bajo la guía de la revelación, por ello se extrae otro párrafo de dicho libro (que no ha sido escrito por ningún historiador mormón como objetividad de la cita):

”Domingo 14 de octubre de 1492 ( . . . ) otros, cuando veían que yo no procuraba de ir a tierra, se echaban a la mar nadando y venían, y entendíamos que nos preguntaban si éramos venidos del cielo. Y vino uno viejo en el batel dentro, y otros a voces grandes llamaban todos, hombres y mujeres: «Venid a ver los hombres que vinieron del cielo; traedles de comer y de beber».

”Martes 6 de noviembre de 1492 ( . . . ) Dijeron que los habían recibido con gran solemnidad según su costumbre, y todos así hombres como mujeres los venían a ver, y aposentároslos en las mejores casas; los cuales los tocaban y les besaban las manos y los pies, maravillándose y creyendo que venían del cielo."

Llama la atención tan loable y detallista recibimiento, sin embargo era una costumbre del viejo mundo en épocas muy antiguas a la de Colón el recibir a un huésped con un beso en su mano y un sirviente se encargaba de lavar los pies del visitante en señal de respeto, bienvenida y para limpiar del recorrido por los polvosos caminos, tal y como lo hizo Jesucristo con sus discípulos como señal de humildad y amor (Jesús El Cristo, James E Talmage pag. 154).

Adicional a esto se puede citar de este libro un detalle muy peculiar en cuanto a que según el relato de Colón en sus bitácoras a algunos de ellos con autoridad seglar dentro de las tribus se les conocía como ´´santos´´ y eran quienes ministraban los templos que habían sido edificados para la adoración de las deidades, costumbres heredadas por sus antecesores, las cuales fueron traídas en los viajes del pueblo de Jared y de Lehi provenientes de Jerusalén y el viejo mundo.

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Hernán Felipe Toledo

MBA, Ingeniero, viajero, creador de comunidades y amante de difundir inspiración. Actualmente sirve en la Presidencia de Estaca.

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  2. Hey pero suena como si fueran irreales... Yo en mi misión tuve la presencia de 3 hombres altos y blancos en dos momentos diferentes, a mí nadie me lo contó

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    1. Hola hermano, le pediría si es posible nos contara su experiencia por favor, creo su a muchos nos podría ayudar a elevarnos y saber que los milagros aun están presentes y que estos seres celestiales aun se manifiestan a sus hermanos en esta vida. Saludos cordiales.

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  3. Coatulco, Huatulco o Huatulco
    Fue ministrado 2 años por un hombre blanco, en el año 33dc

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  4. : Antecedentes históricos de la zona Huatulco ::
    ¿Que significa Huatulco?

    El significado de Huatulco, Coatulco o Guatulco es, “lugar donde se adora o reverencia al madero”, por estar compuesto de por la voz "Quahuilt" que significa madero, por el verso Toloa, que es hacer reverencia bajando la cabeza y por la sílaba "Co" que denota lugar.

    Esta denominación se originó a causa del culto que se tenía a una importante cruz que se encontraba en las cercanías del puerto de Huatulco, colocada ahí según cuenta la leyenda, por un enigmático personaje, mas de 1500 años antes de la llegada de los españoles.

    La leyenda de la Cruz de Madera
    De acuerdo con la leyenda, hace aproximadamente 1500 años, un viejo hombre blanco con largos cabellos y barba llegó por el mar con una enorme cruz de madera . El incó profundamente la cruz en la arena de la hoy playa de Santa Cruz, de modo que estuviera levantada verticalmente y proclamó: "Dejo aquí el símbolo para todos sus remedios. Ustedes deben venerarlo y respetarlo, porque vendrá un tiempo en que conocerán al verdadero Dios y Señor de los Cielos y la Tierra". El estuvo un tiempo con los indígenas hasta que un día tuvo que partir porque "su presencia era requerida en otros lugares". Durante siglos los indígenas veneraron la cruz y nunca trataron de moverla, como el hombre les había indicado. Ellos usaron pequeñas astillas de la madera que se habían desprendido, en sus pociones medicinales, como remedio para muchas enfermedades.
    Algunos historiadores creen que este hombre pudo haber sido Santo Tomás, uno de los apóstoles de Cristo, que cruzó Asia para finalmente alcanzar la Tierra de Anáhuac, como esta área fué llamada entonces. Otra referencia a Santo Tomás es una huella dejada por un pie en una enorme roca redondeada llamada "Piedra de Moros" , cerca de la villa con el mismo nombre.

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  5. David Whitmer recibió la ayuda de tres hombres que, según su hermana y sobrinos, trabajaban de una forma tan rápida como ellos nunca habían visto, terminando los trabajos del campo; lo cual llevó a David y su familia a convencerse de que debían ayudar a José y Oliverio en la traducción del Libro de Mormón.

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  6. Que increíble y milagroso!!😃

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