Cómo se perdió una Generación por sólo un Comentario e Indiferencia




Marion D. Hanks cuenta la historia de un hombre que lo abordó un día en la Manzana del Templo. En respuesta a la pregunta del élder Hanks sobre el problema, el hombre contó su historia:
A los 19 años, fue expulsado de [una capilla SUD] por un consejero del obispo que había sido convocado para resolver la problemática del chico en las clases, por un mal comportamiento. Una cosa que de las que se dijo este hombre ha recordado por casi 60 años. Cuando fue expulsado, alguien objetó y pidió que no lo expulsaran de la capilla. La respuesta que vino del consejero que estaba a cargo de tomar la decisión fue: "Ah, déjalo ir. ¡Es solo un niño!"
Él se fue, y nunca regresó, ni hubo visitas, nunca hubo derramamiento o aumento del amor que debería seguir a la reprensión, según el Señor.
Se mudó a otra área, se casó, tuvo una familia. Su esposa falleció y se casó de nuevo; su segunda esposa murió después de tener una familia también. Había llegado a Salt Lake City ante la insistencia de su tercera esposa, quien, habiendo sido instruida por los misioneros y convertida a los principios del Evangelio, lo había traído aquí con la esperanza de que de alguna manera pudiera sentirse conmovido.


Le pregunté . . . cuántos descendientes vivientes tenía. Él los contó y respondió: "Cincuenta y cuatro". Luego le pregunté, cuántos de ellos son miembros de la Iglesia. Él dijo: "Huh, ninguno de ellos es miembro de la Iglesia. Son un grupo bastante duro".
Ahora, ¿qué dijo el consejero del obispo cuando lo expulsó por la puerta esa mañana? Sólo un chico? ¿Sólo uno? Este "uno" en su propia vida se ha convertido, en efecto, en una multitud, y la corriente ha comenzado a correr, y cada uno de ellos negó, según su propio testimonio, el amor del evangelio y la hermandad de los Santos, la calidez, la fuerza y dirección de los programas de la Iglesia.
Ahora podemos entender un poco más por qué el Señor dijo que una sola alma era preciosa para él.
Fuente: ldsliving



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Hernán Felipe Toledo

Ingeniero, viajero, creador de comunidades y amante de difundir inspiración. Actualmente sirve en una Presidencia de Estaca.

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  1. Imaginen, cómo se siente una esposa, luego de ver la excomunión de su esposo y ver que prácticamente todo el barrio aplica la ley del hielo para toda la familia, Sociedad de Socorro, mujeres jóvenes y primaria y los líderes ni se diga. Cuando más los necesité, nadie siquiera se acercó a dar una palabra de aliento, al contrario, siempre nos vieron como si apestaramos. Eso de a poco ha ido alejándonos y lo peor... ni una sola visita, llamada o mensaje, simplemente para nuestros líderes no existimos. Que dolor tan fuerte es vivir así, cuando más necesitábamos a nuestros «hermanos».

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    1. Gracias por atreverse a decirlo. No obstante, algo a destacar "Anónimo" es que así como los demás tenemos siempre el deber de socorrer, usted tiene el primer deber de renovar sus convenios, de fortalecer su fe y relación personal con Dios, independientemente a que haya piedras de tropiezo, aún entre hermanos. Dios más le ayudará si está una situación adversa.

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    2. Leyendo sus comentarios, puedo pensar en lo que enseño alma en Mosiah 23 al pueblo del señor después que fueron echados al desierto por el pueblo del rey noe el cual nos el enseña que el Señor considera conveniente disciplinar a su pueblo probando su fe y su paciencia y esto es necesario para que podamos colocar nuestra confianza en Dios para poder ser bendecidos después de superar las pruebas "Anónimo" te puedo decir es que debes colocar tu confianza en el Señor y llegara el momento en que se cumplan las bendiciones que promete alma y sin duda nosotros como miembros fallamos en poner en practica lo que se enseña en versículo 18 en velar por nuestro pueblo y por lo que veo, eso pasa en muchas unidades pero debemos recordar que las piedras de tropiezo son parte de nuestras pruebas, ruego al padre que les bendiga y les guié en estos tiempos tan difíciles.
      Darvi Venero
      Miembro de Rama San Fernando de la mision Venezuela Caracas

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    3. Es comun en nuestros barrios, me inanctive muchos años, al igual que ustedes no recibi visitas de nadie, solo el testimonio que tengo que estamos en un lugar seguro (iglesia) y la fe que se es verdad, es que por mi propia cuenta regrese, empece a asistir nuevamente.

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  2. Lamento mucho lo que paso, le pido que tenga fuerzas Dios esta pendiente de ustedes y los ama mucho les mando un abrazo muy caluroso no se desanimen seguir adelante con ese fulgor de esperanza

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  3. Estoy tratando de hacer amigos con algunos menos activos e inactivos de el barrio en el que asisto, todos coinciden en lo mismo, falta de empatía por parte de los miembros de la Iglesia, "si vas a la Iglesia tienes amigos, si no vas, nadie te recuerda" es lo que me han dicho, es cierto que uno tiene el deber de ir a la Iglesia a renovar los convenios que hemos hecho al ser bautizados, eso es indiscutible, lamentablemente no todos tenemos la misma comprensión, ni conocimiento ni conversión, y para eso están las congregaciones, los barrios, para visitarnos, fortalecernos, hermanarnos, de lo contrario estamos haciendo inválidos los mandamientos del Señor de velar, socorrer y velar porlos miembros de la Iglesia, no sirve de mucho ir a renovar los convenios que hicimos cuando nos bautuzamos si no tendemos la mano al necesitado.

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  4. Nosotros hicimos un compromiso con el Señor y más halla que los hnos vayan a visitarnos o no nos manden mjs,el Señor nunca nos deja somos nosotros los que nos apartamos de él,vamos a la iglesia porque lo amamos,no vamos ni por los hnos ni por el obispado.Es nuestro deber y nuestro compromiso asistir a la iglesia,no podemos esperar que nos vengan a buscar.Dios nos ama.

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  5. Creo que la raíz del problema en cuanto a empatía o no, es que TODOS los miembros tienen sus propias situaciones que atender y se les va el tiempo en eso, ATENDIENDO SUS PROPIAS SITUACIONES. No creo que sea intencionalmente que lo hacen sino que, los tiempos en que vivimos son tan dificiles para poder subsixistir que reclaman TODO el tiempo de un padre o madre de familia para poder salvaguardar a su familia que ya no les queda tiempo para otros. Yo vivo sola y mi diario vivir es ver como sobrevivo! Si bien es cierto que este asunto raya en la INDIFIERENCIA, entiendo el porque no nos buscan, no nos llaman, no nos aydan a volver. En cuanto a la responsabilidad de renovar convenios es asunto de como entiendes que lo haces pues si vas todos los domingos a la iglesia y tomas tus sacramentos y durante toda la semana no existe un solo acto de amor que renueve tu relación con CRISTO entonces de nada vale. Mi relación con Cristo es exclusivamente eso; con EL. Mi salvación está ligada estrictamente a mis acciones. Soy testigo de como muchos miembros de la iglesia disfrutan de muchas, muchas bendiciones económicas pero, al momento de compartir... es otra cosa. Es bien dificil saber si me salvaré o no. Mientras tanto procuro que mis acciones sean mi herramiento mayor para llegar a EL. Mi humilde opinión.

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