La transfiguración de Brigham Young: ¿Mito o Realidad?



Por Daniel Peterson

Una de las reuniones más importantes en la historia de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ocurrió el 8 de agosto de 1844 en el borde este del Río Misisipi, unas seis semanas después de la muerte del Profeta José Smith.

Sidney Rigdon, quien había servido como primer consejero en la Primera Presidencia de la iglesia bajo José, había regresado a Nauvoo, Illinois, de su autoimpuesto exilio en Pittsburgh. Aunque fue un principal líder por muchos años (él había recibido la revelación de los tres grados de gloria en febrero de 1832, véase DyC 76) la relación de Sidney con el Profeta había dejado de ser cercana.

De hecho, en 1843 José había expresado abiertamente su intención de relevar a Sidney de la Primera Presidencia. Sin embargo, en la conferencia general de octubre de ese año, el Presidente Rigdon pidió permanecer en su posición y la congregación, contrario a los deseos expresos de José, aceptó que permaneciera.

Después del voto, José les dijo, “Lo he sacudido de mis hombros, y ustedes lo han vuelto a poner encima mío. Ustedes deben llevarlo, pero yo no lo haré”. Y ahora, con la muerte del Profeta, Sidney había regresado para afirmar su derecho de ser el “guardián” o “protector” de la iglesia.


Mientras tanto, bajo su presidente, Brigham Young, los miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles también habían regresado a Nauvoo de sus varias misiones. Ellos mantuvieron sus derechos y responsabilidades como fieles seguidores de José Smith y en virtud de las llaves de autoridad, que habían recibido de él, para guiar a los santos que había dejado atrás.

Sidney Rigdon se levantó en ese día cálido y húmedo. Tal vez el mejor y más experimentado orador en la iglesia, él habló mucho. Él fue seguido por Brigham Young, el ex carpintero y vidriero que había ascendido al liderazgo de los Doce y, en esa capacidad, había dirigido la huida de los santos de Misuri a Illinois y presidió sobre la enormemente exitosa misión apostólica en Inglaterra.

Al concluir la reunión, la decisión de los santos fue inconfundiblemente clara. Brigham Young y los Doce habían ganado.

Muchos miembros de la iglesia actual están al tanto de la historia de que Brigham Young de alguna manera se “transfiguró” mientras les habló a los santos en esa ocasión. Su apariencia se transformó, según la historia, y los miembros de la audiencia quedaron sorprendidos al ver, como pensaban, al mismo José Smith parado donde estaba Brigham.

Incluso se dice que el líder de los Doce sonaba exactamente como el profeta mártir, incluso usando la “s” silbante resultado de un diente roto de José, incurrido durante un ataque por la muchedumbre. En este evento, se nos dice, que el manto de José recayó clara e inequívocamente sobre Brigham, sin dejar lugar a duda de quién iba a guiar la iglesia.

Desafortunadamente, los historiadores no han encontrado una sola fuente, hasta el momento, que mencione esta importante manifestación dentro de los días o incluso semanas de su supuesta ocurrencia. Muchos críticos y escépticos, a su vez, concluyen que en realidad no sucedió nada, que es esencialmente ficción para promover la fe e, incluso, evidencia de la falsificación intencional por parte de la iglesia de su historia.

Pero tal rechazo simplemente no concuerda con los hechos que conocemos.

La mejor discusión de este tema es el ensayo “El manto del Profeta José pasa al Hermano Brigham: Ciento veintiún alegatos del testimonio espiritual colectivo”, el cual fue publicado en el indispensable volumen "Abriendo los cielos: Relatos de manifestaciones divinas, 1820-1844", editado por John Welch con Erick Carlson y publicado en el 2005. (El artículo también está disponible en línea ).

Como el subtítulo indica, el artículo de Jorgensen es una colección de 121 relatos, recopilados de una multitud de fuentes y muchos tipos de fuentes y de varias localidades, en los cuales testigos dan fe de lo que vieron y oyeron. No puedo darle justicia a su trabajo en esta columna: Debe ser leído.

Además, no podemos asumir que la investigación moderna han encontrado todos los relatos escritos. Es muy probable que tales narrativas una vez existieron, pero que han perecido, y que otros testigos dieron fe de manera oral de su experiencia, pero nunca la escribieron. Es posible también que los historiadores recuperen testimonios adicionales del evento.

Sin embargo, aun como están las cosas, la evidencia disponible es persuasiva de que la historia de la transfiguración de Brigham fue contada temprano, y es difícil creer que testigos lejanos hayan participado en una conspiración para engañar. Algo maravilloso claramente sucedió en esa reunión.



Este artículo fue escrito por Daniel Peterson y publicado en deseretnews.com con el título "Defending the Faith: Event convinced Saints of Brigham Young's mantle"





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