¿Por qué un Tercio de los hijos de Dios No aceptó el Plan de Salvación de Cristo?






Esta es una pregunta que a muchos de nosotros nos ha tocado meditar cuando hemos estudiado sobre la vida preterrenal. Al menos yo, he tratado de entender, y a pesar de que no lo sabemos todo, trato aquí de exponer algunas razones por las que probablemente esta gran parte (una tercera parte) rechazó el plan expuesto por Jesucristo y optó seguir el de Satanás, dando por sentado que el albedrío es la principal causa, pero que no explica en sí mismo el por qué de la decisión.

Primero que todo, debemos entender que en esa época éramos espíritus creados, y anteriormente éramos inteligencias en continuo progreso. No sabemos cuanto tiempo tardó nuestro avance espiritual ni el grado de conocimiento y disciplina que teníamos a la hora del Concilio. Además, cada espíritu es evidente que progresó de forma distinta. Por eso es que en La Perla de Gran Precio se revela que entre los espíritus había grandes y nobles. Podemos pensar entonces que cada espíritu se encontraba en un nivel de progreso distinto a semejanza de lo que ocurre aquí en la vida terrenal. Cada persona humana se encuentra en un distinto nivel de preparación y dignidad espiritual.

Tomando lo anterior en cuenta, podemos concluir que los espíritus con conciencia propia, podían razonar, sentir e interpretar y elegir libremente de acuerdo a su formación y caracter hasta ese momento clave. Probablemente una tercera parte eligió a Satanás porque encontraron correcta esa forma de llegar a ser Dioses. Quizás más práctica o más lógica. 


En Moisés 4:3 se enseña que Satanás pretendía destruir el albedrío del hombre, por lo que quienes encontraron correcto eso, imagino que fue porque pensaron que estaría bien ser controlados de aquí para allá a placer de un "líder", con tal de recibir una gloria sin mucho esfuerzo. Si hiciéramos un ejercicio similar hoy en día en una empresa que ofrezca un cargo importante y bien remunerado aún cuando no sea del gusto de las personas, nos encontraríamos con la sorpresa de que muchos aceptarían. En otras palabras, muchos suelen desear el camino fácilmente próspero a costa de ceder la toma decisiones a otros, anulando su propio progreso como seres pensantes.

Segundo y finalmente, creo que la razón que más influyó en la desastrosa decisión de esta tercera parte, fue que no amaban a Dios lo suficiente.

El élder Robert D. Hales, quien en 2014 era miembro del Quórum de los Doce Apóstoles dijo:

"Al decidir si obedeceremos, siempre resulta útil recordar las consecuencias de nuestras decisiones. ¿Entendían Lucifer y sus seguidores la consecuencia que traería el rechazar el plan de nuestro Padre Celestial? Si es así, ¿por qué tomaron tan terrible decisión? Podríamos hacernos una pregunta similar: ¿Por qué cualquiera de nosotros elige ser desobediente cuando entendemos las consecuencias eternas del pecado? Las Escrituras aportan una respuesta: la razón por la que Caín y algunos de los hijos de Adán y Eva escogieron desobedecer es porque “[amaban] a Satanás más que a Dios”.

Caín es el ejemplo terrenal de alguien en condiciones semantes. Y en el Libro de Moisés se dice de él:

"Y aconteció que Caín tomó por esposa a una de las hijas de sus hermanos, y amaron a Satanás más que a Dios. (Moisés 5:28)"

Usando una comparación actual, en la tierra en que estamos también se mucho este caso. Si bien Satanás mismo como personaje identificable claramente, no está, sí lo está expresado en muchas de sus armas: pornografía, drogas, violencia, etc. que por lo general se encuentran en la categoría de vicios. Y de esta forma tenemos a miles y millones que con su estado actual de comprensión y progreso aman y desean más este tipo de vicios que ofrecen recompensas fáciles y casi inmediatas, en vez de siquiera querer empezar a creer en algo que les dará la mayor felicidad, si es que presenta condiciones especiales, como lo hace el Evangelio de Jesucristo.

Espero que todos podamos seguir en el camino estrecho, porque pese a lo estrecho y angosto, es totalmente recto y directo al mejor destino que un hijo de Dios puede plantearse como meta. Soy un agradecido de haber razonado bien en aquel Concilio Celestial, y haber optado por Nuestro Salvador. Espero que ustedes también, y que todos podamos meditar en que ahora es el momento de confirmar y reafirmar nuestra decisión de Amar más a Dios que a todas las demás cosas, por muy fáciles o placenteras que parezcan.





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Hernán Felipe Toledo

Ingeniero, viajero, creador de comunidades y amante de difundir inspiración. Actualmente sirve en una Presidencia de Estaca.

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